Assata

Por Demetrius Buckley

Cubículos, pasillos estrechos, espacios de vivienda; proyectos de vivienda, calles agrietadas, rifles de asalto; celdas, solitedad, el hueco; sangre en la ropa. Cuerpo. Espíritu. 

"¿Cuántos lobos se escondieron detrás del arbusto para comerse a mi criatura?"

Esta línea impenetrable, y muchas otras, cruzaron mi concienciación diaria mientras leía sobre la vida de Assata. Antes de que formara parte del Ejército de Liberación Negra (Black Liberation Army), las Panteras (Black Panthers), ella, JoAnne Deborah Byron, nació en Jamaica, Nueva York, después de que su madre y su padre se divorciaran. Se mudaron al sur donde su abuela trató de inculcarle dignidad, un escudo de un mundo que no quería tener mucho que ver con ella.

"¿Quién es mejor que tú?" Su abuela le había preguntado a Assata. 

"Nadie." 

El lenguaje era muy necesario entonces y también había amenazado su propia imagen cuando le dijeron que no jugara con ratas campestres de callejón, sin zapatos, con gente indecente. ¿Cómo es que luce una persona decente? 

El libro de Assata es una muestra de un gobierno corrupto que manipula la imagen de una sociedad al cubrir sus propias huellas. Sus ejemplos mostrarán por qué están vigentes estas leyes y para quiénes están vigentes. Nunca escuchamos la historia del lobo después de que lo matan, solo la narrativa del Cazador. Sin embargo, Assata cambió eso en su Autobiografía. Sus escritos, y aun residiendo en Cuba, extiende su poder. Ella aún permanece en la lista de ‘los más buscados’ y me pregunto por qué debería ser el inicio de la urgencia. ¿Qué le haría el gobierno a su cuerpo? Esa es una pregunta sustancial ahora sabiendo lo que le hacen al cuerpo negro que ha sido rebelde. 

Al cruzarme con la vibrante vida de Assata, su unión al Partido Pantera (Panther Party) comenzó en las calles. Les chiques en las esquinas, las chicas haciendo dobles holandeses sobre el cemento, hablaban de su fuga como si fuera un partido de fútbol de las series finales. La esperanza rodeó el bloque en el que yo jugaba, esa esperanza de escapar para siempre del terror de estar encarcelado. Una mujer, una mujer negra, expuso a Estados Unidos por lo que era y lo que es. No obstante, en la cárcel, el lenguaje ha cambiado. Su autobiografía, su nombre, ha circulado como contrabando diario y hasta cierto punto, para les oficiales, es contrabando.

 Su infancia lucha contra la representación de ser una niña negra en esa sociedad que se había acumulado en su comprensión futura de las barreras raciales. Se lee tan claro como el agua: no puedes intercambiar a Martin Luther King por la mierda que se ve en las vitrinas de las tiendas. Romper ventanas no me servirá de nada. He pasado ese punto. Quiero sangre: Assata era una fuerza a tener en cuenta cuando comenzó a sentir y ver estas estructuras desgarradas en las comunidades negras de clase baja; le dio un ardiente deseo de alinear a las personas sobre lo que realmente significaba el amor al utilizar la acción. Assata: una autobiografía refleja la codicia estadounidense y los sistemas opresivos que manipulan a una clase de personas a cambio de ganar fuerza política. 

Impreso en la composición de la gente negra estadounidense está el olvidar que él/ella es un antepasado de un captor, alguien que ha sido robado. Los libros de texto escolares explican la esclavitud como si la gente africana hubiera cruzado el Atlántico medio de forma voluntaria, las historias dóciles se aceptan y se modifican para que se enseñen en las aulas; incluso la televisión en la era de Assata programó a las familias negras para que aceptaran a las familias blancas de las comedias como modelos a seguir, "aunque tenían muy poco que ver con la realidad de su propia existencia y supervivencia". En sus escritos, Assata expone lo que su propio cuerpo significaba entonces, pero no solo su cuerpo, el cuerpo de las mujeres negras en Estados Unidos. Ella enseñó en su libro que no hay una sola forma de describir la situación difícil de la familia negra, la fuerza de una mujer. En los bares en los que trabajaba desde muy joven, los hombres también trabajaban, se convirtieron en una familia en ese lugar, cómo la protegían o cómo su tía Evelyn retaba a Assata con debates sobre historia y cosas nuevas para que viera en el mundo, lo mismo que la señorita Shirley, una prostituta, que la sacó de las calles por un tiempo. La familia no es unidireccional. 

La dinámica en la vida de Assata la moldeó en una camaradería equipada con resiliencia para una lucha desconocida para ella a esa edad. Había un deseo en su sangre joven, sangre ancestral, la razón, "¿Por qué?" Assata pensó: "¿Por qué Tyrone estaba tan interesado en luchar [contra los obispos]?", otro grupo negro, una pandilla. No podía verse a sí misma en el futuro de Tyrone, de luchar contra los de su propia especie, un ama de casa preparándole un almuerzo para ir a pelear como si fuera un trabajo, pero parecía que la niñez en crecimiento estaba atrapada en una cadena alimenticia capitalista. La pregunta estaba en la punta de su lengua: 

¿Por qué nosotres (la gente negra) peleamos y nos matamos unes a otres? ¿Por qué no vemos los bloques de construcción que le dan continuidad a la mentalidad de gente esclavizada? ¿Por qué no aprendemos quiénes somos realmente a través del estudio? ¿Por qué estamos sujetos al gobierno? 

El Ejército Negro de Liberación (Black Liberation Army) vino primero, luego la atracción de las Panteras. Antes de su viaje para buscar en su propia alma, leyó a poetas como Allen Ginsberg, Sylvia Plath y vio a gente dramaturga negra. Descubrió el africanismo, sus peinados y los colores que adornaban sus accesorios. Durante sus días habló de la liberación de la gente negra mentalmente esclavizada. 

Assata se alineó y a sus camaradas tomando la autopista de peaje de Nueva Jersey hasta su adolescencia capturada; las cosas le habían sido tomadas desde el comienzo de su vida. Esta interconexión es surrealista, casi como si estuviera despierta en un sueño: su brazo entumecido por un disparo, el brazo de la persona lectora entumecido por el enorme peso cuando aprendemos cómo el gobierno incesantemente atiborrará a su persona a través de kourts canguro e ilegalmente manipularán sus propias leyes para condenar a una persona inocente. La buscaban por robo a mano armada, secuestro de una persona traficante de drogas, dispararle a un policía estatal y matar a una persona traficante de drogas. El gobierno puso a Assata en una prisión para hombres y, al igual que su tiempo de prisión simulada, su cuerpo había sido tomado nuevamente. Mientras vivía en condiciones inhumanas, sin recibir atención médica adecuada, quedó embarazada durante uno de sus juicios. El estigma de María resonó y avivó el miedo en las figuras de autoridad de que ella traería a este mundo un Mesías negro, un santo que usurparía un gobierno falible por agraviar a un pueblo. 

Los medios de comunicación que son controlados por la gente rica, la gente rica que compra avances políticos para mantenerse enriquecida, les componentes de la política que aseguran jueces a senadores y representantes en patrocinio, desempeñaron un papel importante en la deshumanización de Assata. Ella se aseguró de que la gente capitalista dirigiera el país, les gobernantes del poder que políticamente son puestos en su lugar. Si usted tiene dinero, un centro básico dentro del gobierno, es menos probable que usted esté sujeto a la dura realidad de la prisión. Siempre habrá un "si fueran genta negra estaría muerta o lanzada bajo la cárcel". En consideración, ¿quiénes fueron juzgades en la corte cuando Biden accidentalmente bombardeó con drones a 18 mujeres y niñes inocentes en el Medio Oriente? A nosotres, la gente de este país se nos recibió con una disculpa y nunca más se supo del asunto. ¿Quién le da a este gobierno el derecho a no rendir cuentas? 

Assata expone la manipulación de un gobierno opresor, cómo, desde gente puertorriqueña, cubana, afroamericana, y asiática son objeto de la brutalidad policial, tienen propensión a la pobreza, la injusticia y una institución racista; explica además que la verdad de las personas negras no se enseña en las escuelas, lo que deja a la niñez y sus padres sin preparación para la táctica de americanización. Siempre hemos sido pasives, para no levantarnos en contra de lo que es correcto: entrenamiento subconsciente como la textura del cabello de una persona negra o en qué trabajos solo trabajaríamos, o cómo les ancestres negres estaban descalzes y desnudes, [eran] tontes, estúpides y salvajes. Estas instituciones y cómo insensibilizan los hechos son muy reales, tan reales como las Cartas de Willie Lynch a modo de propaganda... estas adaptaciones, la imitación constante de esta división racial ha afectado el trato del hombre negro hacia las mujeres negras. "Los amos de la gente esclavizada nos enseñaron que éramos feos, menos que seres humanos, sin inteligencia, y muches de nosotres lo creímos. La gente negra se convirtió en animales reproductores: sementales y yeguas. Una mujer negra era presa fácil para cualquiera en cualquier momento: el amo o la persona invitada visitante o cualquier redneck que la deseara". 

En el Partido Pantera Negra (Black Panther Party) ese mismo comportamiento misógino y tóxico de masculinidad también ha estado presente. La imposición interna opuso una amenaza sin que el partido supiera su disensión y desunión a nivel nacional. Las cosas no fueron perfectas, pero, para tomar una decisión consciente, una conciencia refinada, de que, “Tal vez todes estemos huyendo de algo, todes viviendo una existencia clandestina... Toda una generación de mujeres negras escondidas bajo la cabellera muerta de la gente blanca.” Tengo la urgencia de llorar, pero no lo hago. Esto, llamaría la atención. Me restrinjo de levantarme hasta que llegue mi parada. Rezo y lucho por el día en que todes podamos salir de debajo de estas pelucas”.


El trabajo de Demetrius Buckley ha aparecido o se publicará próximamente en Michigan Quarterly Review, donde ganó el Premio Page Davidson Clayton (2020) para poetas emergentes, Apogee, PEN America y RHINO. Es el ganador del premio Toi Derricotte & Cornelius Eady Chapbook 2021.